martes, 6 de enero de 2015

Cuando la moda se encuentra con el arte

Hace un mes fui a ver al retrospectiva dedicada a Hubert de Givenchy por el museo Thyssen-Bornemisza (os la recomiendo si pasáis por Madrid antes del 18 de enero).


Ver esos maravillosos vestidos al lado de algunas de las obras del museo...







... percibir referencias, conexiones temáticas y estéticas a través de este diálogo directo entre vestidos y cuadros me ha llevado a reflexionar sobre la influencia que tiene el arte sobre la moda.


Moda y arte. Parece que todo empezó en 1850 cuando después de una larga crisis económica que había comenzado en 1848 llega un verdadero boom, y se organizan las primeras Exposiciones Universales, grandes ferias a las que se unen, desde los años cincuenta del siglo XIX, los magasins des nouveautés, lugares en los que se exponen y se venden ropa y accesorios diversos; a menudo colocados dentro de galerías cubiertas dedicadas al comercio con una puerta de acceso central que se asomaba directamente a la calle, con escaparates a ambos lados en los que tejidos, sombreros y ropa eran expuestos, con un toque artístico, sobre soportes y maniquíes: nuevos artículos de producción industrial, producidos en serie y vendidos a costes reducidos.

Esta doctrina capitalista, caracterizada por un sistema de producción de objetos en serie, de bajo coste y sin gusto estético, pone las bases que llevan al nacimiento de un movimiento que pone en tela de juicio el modelo de producción industrial de los objetos: Arts and Crafts, fundado por William Morris en 1851.

Basándose en dos principios: trabajo y creatividad artesanal, este movimiento interesa tuda forma de arte decorativa, moda incluida, proponiendo un genero de ropa que se inspira en los principios estéticos y lanzando el concepto de vestido estético.

A partir de esta peculiar experiencia se empieza a atribuir formalmente a las prendas un cuarto valor, el de obra de arte, reconociendo a las mismas una importancia histórico-documental además de una intención poética. Se empieza a hablar de diseño de moda.

Todo esto para llegar a un gran ejemplo de crossover entre arte y moda: Elsa Schiaparelli, hoy considerada una artista prestada al mundo de la moda, símbolo de modernidad y, sobretodo, de como la ropa puede convertirse en una obra de arte que se puede llevar.
Elsa Schiaparelli
La Schiaparelli transformó artistas surrealistas en creadores de excentricidades fashion, como el sombrero-zapato...
Sombrero-zapato | Otoño-Invierno 1937-38
... o los guantes con uñas pintadas firmados por Dalí.
Guantes con uñas pintadas | Invierno 1936-1937
La diseñadora se inspiró también en las obras de grandes artistas para crear modelos con líneas, colores, materiales y tejidos únicos.
Vestido langosta |1937 | En colaboración con Dalí
Vestido esqueleto | 1938 | En colaboración con Dalí

1937 | En colaboración con Cocteau
Invierno 1937 | En colaboración con Cocteau

Elsa Schiaparelli es un claro ejemplo de como dos disciplinas estéticas como arte y moda se retroalimentan, dando vida a creaciones únicas y maravillosas.

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